Daniel Ortega y Nicolás Maduro parecen haber ido a la misma escuela, en la que aprendieron cómo erosionar las fuerzas de sus contrincantes. Ambos utilizan el arma del tiempo a su favor para disuadir, desgastar y desmoralizar los ánimos de la oposición. Y ambos utilizan el instrumento del diálogo, con falsas promesas, para entretener al […]
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