Venezuela y la Generación del 2017: un año después, la libertad nunca llegó por Orlando Avendaño

Noticias Opinión
Foto: Leo Álvarez

Hace exactamente un año en las calles de Caracas no reinaba la misma sensación que hoy domina a cada individuo. El desasosiego; la decepción y la nostalgia por una oportunidad extraviada. Recordar implica un duro acto de tristeza por lo que fue y lo que pudo haber sido.

Pero el ejercicio obliga a rememorar el que ha sido uno de los capítulos más bravos de la historia contemporánea de Venezuela. El surgimiento de un movimiento sin precedentes. Libre, heroico, valiente y civil. En abril del año pasado nació la Generación del 2017.

El recuento de cómo se desmoronó un histórico movimiento 

Pocas oportunidades en la historia de este magullado país han sido tan importantes como la que ofreció el ilegítimo Tribunal Supremo de Justicia el 30 de marzo del año pasado. Ese día la Corte chavista asumió las competencias del Parlamento venezolano. Un terrible golpe de Estado que derogó el último vestigio de República que quedaba.

La ciudadanía se mantuvo expectante y también la dirigencia oficial. Mientras, se dejó a la comunidad internacional actuar. El día de la infamia la condena fue inédita. Naciones, comunidades enteras y líderes mundiales se pronunciaron en contra de la aberración. El escándalo fue mundial y forzó a Nicolás Maduro a llamarle la atención al TSJ. Pero ya no podía hacer nada.

Al día siguiente de aquel 30 de marzo el chavismo colapsó. Cancelaron ruedas de prensa y nadie salía a declarar; a excepción de una, que aprovechó la nueva coyuntura para abordar el último vuelo: la fiscal general Luisa Ortega Díaz, en una sorprendente declaración a los medios, denunció la ruptura del hilo constitucional.

 

Información completa aquí Panampost

 

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmailby feather

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

+ 16 = 20